El enfoque que he querido dar a este tutorial es absolutamente genérico, sin basarme en ninguna herramienta concreta, sino explicando los objetivos generales de cada una de las áreas del desarrollo del cortometraje. Pretendo explicar el porqué de algunas de las decisiones tomadas para realizar Superlópez, pero siempre al margen del software.

    Hoy en día la mayoría de las herramientas de modelado, animación, composición, etc. tienen un nivel sobrado para conseguir el resultado deseado, por lo que mi intención es dar a entender que no importa lo más mínimo que elijais Max, Maya, Softimage o lo que sea para desarrollar cortos. Lo que importa es que seas capaz de sacarle partido a la herramienta utilizada.

   El origen de este cortometraje no fue algo premeditado. Comenzó a partir del momento en que, un buen día, decidí modelar el personaje y hacer una pequeña secuencia animada de apenas unos segundos de duración. Cuando vi que aquello se me hacía poca cosa comencé a darle vueltas a ver si hacía algo más largo y complejo. Fue cuando se me ocurrió la idea del robot que se formaba a partir de una insignificante pelotita, así que, con el objetivo de incluir este elemento en una pequeña historia con Superlópez, empecé a trabajar en serio.

   Tenía muy claro que no quería complicarme la vida con un guión muy elaborado, no pretendía contar nada trascendental, sino meter al personaje en una situación típica de cualquiera de sus cómics. Quería contar algo que cualquier aficionado a Superlópez pudiera asociar directamente con él, y teniendo en cuenta que quería meter un robot por medio, ¿qué mejor que liarles a tortas? Ese iba a ser el objetivo principal del vídeo, contar cómo Superlópez se encuentra con un enemigo y cómo le vencía... a su manera, claro. Así que ordené las ideas y estructuré el corto en cuatro partes distintas: presentación del personaje, presentación del enemigo, enfrentamiento y desenlace.

    Cuando terminé todo el trabajo de estas cuatro partes fue cuando empecé a darle vueltas a una buena forma de presentar la animación, y fue cuando llegué a la idea del cómic en la habitación, para transmitir de forma clara esa sensación de inmersión dentro de un tebeo que realmente podía haber sido dibujado por su autor original (JAN). Así fue como decidí encapsular todo el corto entre las dos secuencias de la habitación, que nos presentaban lo que realmente íbamos a ver.

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